Galletas de mantequilla con frutos secos: nuez, avellana...
■ Tiempo de preparación:
■ Tiempo de cocción:
■ Ideal como postre, desayuno, merienda.
■ Derivado de la cocina tradicional.
6 ingredientes
Para 12 personas.
- 500 gramos harina de trigo
- 200 gramos mantequilla
- 200 gramos azúcar
- 2 huevos
- 1 puñado de frutos secos variados (nueces, avellanas…)
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Opciones
■ La harina de trigo se puede sustituir por otra sin gluten o especial para celiacos, o también utilizar una mezcla de diferentes harinas, pero puede que el sabor y la textura cambien bastante.
■ La mantequilla animal se puede sustituir por una vegetal (margarina) sin que cambie mucho el resultado final.
■ El azúcar puede ser blanco, moreno, panela, o incluso sustituirlo por miel, aunque en este último caso el sabor de las galletas será mucho más intenso y aromático.
Preparación
Aunque consta de 10 pasos, en realidad son muy fáciles de realizar, incluso para alguien que nunca haya preparado galletas.
1 Derrite la mantequilla durante 1 minuto en el horno microondas, en un bol o taza y tapada con un film transparente.
2 Bate los huevos con el azúcar en un bol.
3 Añade la mantequilla derretida y la esencia de vainilla e integra todos los ingredientes.
4 Incorpora la mitad de la harina (250 gramos) y los frutos secos molidos. Remueve bien.
5 Ve añadiendo el resto de la harina poco a poco hasta lograr una masa consistente. Utiliza las manos para amasarla bien.
6 Haz una bola con la masa, envuélvela con papel film y déjala en el congelador 10 minutos.
7 Extiende la masa con un rodillo de cocina y utiliza moldes corta galletas de diferentes formas y figuras.
8 Coloca las galletas en una bandeja para horno forrada con papel para hornear.
9 Hornea a 150 grados con calor arriba y abajo, sin ventilador, durante 15 minutos aproximadamente.
10 Retira las galletas de la bandeja y deja enfriar encima de una rejilla.
11 Repite los pasos 7, 8, 9 y 10 hasta terminar toda la masa.
Consejos
■ Estas galletas de mantequilla y frutos secos se pueden degustar recién hechas, pero estás mejor si se dejan enfriar a temperatura ambiente.
■ Se conservan muy bien por varios días, siempre que se mantengan en un ambiente seco y fresco, como por ejemplo dentro de un táper hermético en una alacena, lejos de radiadores y otras fuentes de calor.