Salmorejo con jamón serrano, huevo y guisantes
■ Tiempo de preparación:
■ Tiempo de cocción:
■ Ideal como primer plato.
■ Derivado de la cocina tradicional andaluza.
8 ingredientes
Para 2 personas.
- ✔ 6 tomates pera maduros
- ✔ 100 gramos de jamón serrano
- ✔ 100 gramos de guisantes
- ✔ 2 huevos
- ✔ 1 bollito de pan (preferiblemente del día anterior)
- ✔ 1 diente de ajo
- ✔ 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- ✔ Sal
Opciones
■ El jamón serrano se puede sustituir por jamón cocido de cerdo, pollo, pavo, etc, pero ese cambio modificará tanto el sabor como la textura del salmorejo.
■ Los guisantes se pueden suprimir en caso de que no gusten, o bien cambiarlos por granos de soja cocidos.
■ El pan puede ser de molde, de barra, baguette, chapata, con o sin gluten, etc, tanto integral como blanco, aunque deja una textura más suave el pan blanco.
Preparación
Son 10 pasos pero extremadamente sencillos, tanto que quizás lo más complicado sea cortar el jamón serrano en taquitos.
1 Lava los tomates y trocéalos en un vaso de la batidora.
2 Pela el ajo y pícalo en el mismo vaso.
3 Tritura hasta que no queden grumos.
4 Pásalo por un colador chino para eliminar las pepitas.
5 Vierte la mezcla de nuevo en el vaso de la batidora; añade el pan troceado, el aceite, la sal y vuelve a triturar.
6 Sirve en dos tazas y reserva. Lo puedes meter unos minutos en el frigorífico si quieres que luego sea más refrescante.
7 Cuece los guisantes con un poco de sal. Cuando estén cocidos escúrrelos y deja enfriar. Este paso lo puedes realizar al principio, mientras preparas el salmorejo.
8 Cuece los huevos en un cazo. Cuando estén déjalos enfriar y pélalos. Igual que en el caso de los guisantes, los puedes poner a hervir al inicio, mientras haces el resto de cosas.
9 Corta el jamón en trocitos.
10 Añade a cada taza de salmorejo un poco de jamón, un huevo picado y un puñado de guisantes.
Consejos
■ Este salmorejo se puede degustar a temperatura ambiente (si no es muy alta) o bien después de tenerlo unos minutos en el frigorífico, resultando mucho más refrescante en los días de calor.
■ Si sobra se puede guardar un par de días en el frigorífico, pero siempre que esté en un recipiente limpio, bien tapado y que no se haya roto la cadena de frío, es decir, que no se haya tenido a temperatura ambiente más de 10 minutos.